Hay algunos versos importantes que la cristiandad usa para intentar demostrar el origen bíblico de la Trinidad. En el análisis de estos versos, uno puede ver claramente que no demuestran la Trinidad, sino el mensaje monoteísta de todos los libros revelados por Dios. Uno de los pasajes frecuentemente citados de la Biblia es Isaías 9:6-7 del que los cristianos concluyen que el Mesías debe ser Dios encarnado. El pasaje dice:
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre Sus hombros; y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de Su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre Su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto” (LBLA).
El hecho que a Jesús nunca se lo llamó el “Padre Eterno” en el Nuevo Testamento, nos indica claramente que Isaías 9:6 ha sido mal interpretado. Dado que la doctrina Trinitaria enseña que “los cristianos no deben confundir a las personas ni deben dividir la Sustancia” (Credo de Atanasio), ¿cómo pueden aceptar los trinitarios que Jesús (el Hijo) es el “Eterno Padre” (también)? Permítasenos considerar los hechos de manera imparcial.
Primero. Todos los verbos utilizados en Isaías 9:6 están en tiempo pasado. Por ejemplo, las palabras hebreas que las Biblias cristianas traducen como “se llamará su nombre” son ‘vayikra shemo ‘, propiamente traducidas, deben leerse como “su nombre fue....” La palabra “vayikra” es la primera palabra que aparece en el libro de Levítico (1:1), y se tradujo allí correctamente, en tiempo pasado. ¡Además, hasta la Biblia inglesa versión King James, traduce los mismos verbos en otra parte en tiempo pasado, en Génesis 4:26 e Isaías 5:25. Sólo en Isaías 9:6-7 estos verbos aparecen traducidos en tiempo futuro.
En este contexto, observemos que dice “un niño nos ha nacido”; es decir que este evento acaba de ocurrir, y no es algo que ocurrirá en el futuro. Isaías no está haciendo una profecía, sino relatando una historia. Un evento futuro diría que un niño “nos nacerá”, pero esto no es lo que el verso dice. Las traducciones cristianas capitalizan la palabra ‘hijo’ o los adjetivos posesivos relacionados con dicha palabra, asumiendo que ésta sea una profecía mesiánica y nombre a un hijo divino.
Segundo. El verbo ‘ser’ (en el verso “es”), normalmente no se escribe en hebreo, sino que es sobreentendido (tácito) en las lenguas semitas en general. Por ejemplo las palabras “hakelev” (el perro) y “gadol” (grande), cuando se unen en una frase - hakelev gadol - significan “el perro ES grande”, aunque en la frase en hebreo el verbo “es” no esté escrito. Una traducción más exacta del nombre de este niño, entonces, sería “Y se llamará su nombre Admirable Consejero ES el Dios poderoso, el padre eterno... “. Este nombre describe a Dios, no a la persona que lleva el nombre. El mismo nombre Isaías significa “Dios es la salvación”, ¡pero nadie cree que el profeta Isaías es Dios en un cuerpo humano!
Tercero. La frase “Dios Poderoso” es una traducción inexacta según algunos estudiosos de la Biblia. A pesar que en idioma español existe una distinción clara entre “Dios” y “dios”; en el idioma hebreo esta diferencia no es tan evidente ya que todas sus letras son mayúsculas. La palabra hebrea “‘Il” (aquí traducida como ‘Dios’) tenía un rango muy amplio de aplicación, mucho mayor que en el idioma español. Entre sus varios significados tenemos ‘hombres poderosos’, ‘heroes poderosos’, ‘divino’, ‘Ángeles’, etc. Algunos eruditos sugieren que una mejor traducción sería “héroe poderoso” o “héroe divino”. Ambos, Martín Lutero y James Moffatt, tradujeron la frase como “héroe divino” en sus Biblias.
Cuarto. Según el Nuevo Testamento, Jesús nunca se hizo llamar por alguno de estos nombres durante su vida.
Quinto. Si Isaías 9:6 se entiende en referencia a Jesús, entonces Jesús es el Padre, y esto está en contra de la doctrina Trinitaria.
Sexto. El hecho de que el Nuevo Testamento no cite este pasaje, muestra que ni siquiera los autores del mismo lo consideraban referente a Jesús.
Séptimo. El pasaje está hablando sobre las maravillas realizadas por el Señor para Hezekiah, el rey de Judá. Los versos precedentes en Isaías hablan de un gran triunfo militar de Israel sobre sus enemigos. En el momento en que se dice que Isaías escribió ese pasaje, Dios había salvado al Rey Hezekiah y a Jerusalén de un ataque asirio, era la época del Rey asirio Sennaquerib. Se dice que esta liberación ocurrió de manera espectacular: un ángel entró en el campamento asirio y mató a 185.000 soldados mientras dormían. Cuando Sennaquerib despertó fue para encontrar su ejército diezmado, entonces él y los soldados restantes huyeron, y luego el Rey asirio fue asesinado por sus propios hijos (Isaías 37:36-38). En los Capítulos 36 y 37, Isaías hace una evocación de cómo Hezekiah resistió la presión ante el inmenso ejército de Sennaquerib y sus palabras blasfemas contra Dios. Cuando todos parecían perdidos, Hezekiah continuó confiando en el Señor, y por esto Él lo premió con una victoria milagrosa. Es interesante que dice: “…El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto”, palabras que encontramos al final de Isaías 9:7; esta frase se encuentra únicamente en otros dos lugares en la Biblia: Isaías 37:32, y en Reyes 19:31. Ambos pasajes discuten la liberación milagrosa de Hezekiah por Dios. Por consiguiente, a la luz de lo anterior, Isaías está contando la historia de la defensa de Dios a Jerusalén durante el sitio asirio. Además, el comentario de Soncino dice que el capítulo habla sobre la caída de Asiria y el anuncio del nacimiento de Hezekiah, el hijo de Ahaz.
“Su Nombre Será Emmanuel”
El nombre hebreo “Immanuel” puede traducirse como “Dios con nosotros” o “Dios está con nosotros”. Algunas personas creen, basados en la interpretación de Isaías 7:14, que debido a que Jesús sería llamado “Emmanuel”, él tendría que ser Dios encarnado. Isaías 7:14 y Mateo 1:23 a menudo son leídos en relación a la navidad.
Isaías 7:14 dice: “Por consiguiente el Señor le dará una señal: Una virgen dará nacimiento a un hijo, y lo llamará Emmanuel”.
Mateo 1:23 dice: “Una virgen dará luz a un hijo, y ellos lo llamarán por el nombre Emmanuel, cuyo significado es, Dios con nosotros”.
Primero: La profecía establece que su nombre será Emmanuel.
Esto no quiere decir que él será “Emmanuel”.
Segundo: María nunca llamó a su niño Emmanuel. Ella lo nombró Jesús, siguiendo las instrucciones entregadas por el ángel de Dios según la Biblia:
Mateo 1:25 dice: “…pero habrá una virgen que dará a luz a un hijo; y él se llamará Jesús”.
Lucas 1:30-31: “El ángel le dijo:…no tengas miedo, María; por la gracia de Dios, tú concebirás en tu útero a un hijo y lo llamaras Jesús”.
Tercero: Cuando leemos en el contexto, el nacimiento y nombramiento del niño Emmanuel era una señal para el rey Acaz de que Dios estaba con su pueblo, aún cuando estuviese a punto de ser invadido por dos reinos rivales (Isaías 7:10-16). La promesa fue cumplida por Dios (2 Reyes 16:9). Entonces, el nombre “Dios está con nosotros”, indicaría que “Dios nos apoyará”. El nombre tiene un sentido evidente si suponemos que éste indicaba al Rey Acaz que Dios estaba de su lado.
Isaías 7:10-16 dice: “El SEÑOR habló de nuevo a Acaz, diciendo: Pide para ti una señal del SEÑOR tu Dios que sea tan profunda como el Seol o tan alta como el cielo. Pero Acaz respondió: No pediré, ni tentaré al SEÑOR. Entonces Isaías dijo: Oíd ahora, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que también cansaréis a mi Dios? Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Comerá cuajada y miel hasta que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes tú temes”. (LBLA)
En 2 Reyes 16:9 se relata cómo se cumplió esta profecía: El rey de Asiria atacó y tomó bajo su poder a Damasco, deportó a sus habitantes a Cirene y mató Rezin.
Cuarto: El texto en hebreo de Isaías 7:14, no dice nada acerca de una virgen que daría a luz, sino que una mujer joven concebiría a un niño; ya que la palabra almah en hebreo, usada en Isaías 7:14, significa muchacha o joven, no necesariamente una virgen. La palabra hebrea para definir virgen es b’tulah. La Biblia RSV (Revised Standard Version), en inglés, es una de las pocas Biblias cristianas que usaron la traducción ‘mujer joven’ en lugar de reemplazarla con la palabra ‘virgen’.
Isaías 7:14 en esta Biblia dice: “Por consiguiente el Señor te dará una señal. Una mujer joven concebirá y llevará en su vientre a un hijo, y le pondrá de nombre Immanuel”.
Quinto: Cuando algo es denominado con un cierto nombre, no significa que el objeto o persona literalmente sea lo que se ha nombrado. Los nombres simbólicos frecuentemente son usados por los hebreos en la Biblia. Muchos nombres causarían grandes problemas si fuesen tomados literalmente. Por ejemplo, Jerusalén es llamada “el Señor, justicia nuestra” (Jeremías 33:16), y Jerusalén obviamente no es Dios. En Génesis 32:30, nos dicen que Jacob llamó a un lugar Peniel, que significa “Cara de Dios”. Abraham nombró a la montaña en que él estaba a punto de sacrificar a Ismael “el Señor proveerá”, y nadie creería que la montaña fuese Dios. De igual forma, nadie creería que un altar fuese Dios, aun cuando Moisés lo llamó de ese modo: “Moisés construyó un altar y dijo así “El Señor es mi altar” (Éxodo 17:15). ¿Creerían los cristianos que Elías, que significa “Jehová Dios”, es Dios; o que Bithiah, la hija de Faraón, era la hermana de Jesús porque su nombre significa “hija de Jehová?” ¿Creerían los cristianos que Dibri, no Jesús, era la “Promesa de Jehová”, o que Eliab era el Mesías real ya que su nombre significa “Mi Dios (es mi) padre?” De manera similar, ¿creerían ellos que Jesús Bar-Abbas (Barrabás), quien evitó ser crucificado por Pilatos a pedido de los judíos, era el hijo de Dios porque su nombre significa “Jesús, el hijo del Padre”? Claro que no.
Podemos concluir de este análisis, que el cumplimiento de la profecía de Isaías en la figura de Jesús sólo es aceptado por los cristianos porque Mateo lo afirma citando la profecía, a pesar de que ninguno de sus contemporáneos llamó a Jesús Emmanuel. Además, aún si se aceptara que su nombre fuese Emmanuel, el nombre necesariamente no refleja el ser, como puede verse de otros nombres que van unidos con la palabra Dios (en las formas hebreas de El o Yah). Sostener la idea de que Emmanuel quiere decir “Jesús Dios encarnado” entre Sus criaturas es, por consiguiente, un ejemplo de cómo la doctrina Trinitaria de la encarnación fue forzada para encajar en el mensaje de Jesús, tergiversando la interpretación de las profecías más antiguas.